lunes, 11 de enero de 2016

:)

"Tres grandes pasiones, sencillas pero irresistibles han gobernado mi vida: la sed de amor, la búsqueda de conocimiento, y una vehemente piedad por los sufrimientos de la humanidad..." (Bertrand Russell / What I have live for - 1967

Toda historia es, en realidad, un converger de relatos particulares. Un humus vital, en el que confluyen los movimientos de cada cual y que da forma a la particularidad de cada uno de nosotros, a la unicidad de nuestras biografías. Uno va dando pasos en la vida haciendo reales algunos sueños, viviendo con "Pasión". En mi caso, me resulta difícil definir la pasión y mas aún cuantificar su incidencia en las labores que se desarrollan todos los días, prefiero usar la palabra "Entusiasmo", que tiene su origen en el griego enthousiasmós que significa "rapto divino" o "inspirado por los dioses"; cuya idea es que cuando nos dejamos llevar por el entusiasmo es un dios el que entra en nosotros y se sirve de nuestra persona para manifestarse, como les ocurría -creían los griegos- a los poetas, los profetas, los enamorados... 

Con ese entusiasmo hoy quiero dar las Gracias!!! Me es muy difícil aquí traer a colación todas las historias que se han entrelazado en el proceso de mi "gran viaje" ("..de sondear el océano, del éter y llevarnos de la mano allí donde llegarán solamente los osados ensueños del poeta.." -El gran Viaje / Amado Nervo-); me es muy difícil aquí traer a colación a todas aquellas personas que, de una manera u otra, han encontrado mi historia personal y han relacionado sus propias historias con la mía... 

Hoy es lunes 11 de enero de 2016, me encuentro a unos cuantos días de comenzar mi entrenamiento en Medicina Interna, y decidí escribir estas líneas, Hace algunos meses terminé el séptimo año de la carrera de Medicina, mi Servicio Social en Investigación; convencido de que el hacer investigación se aprende trabajando con quien sabe hacerlo, aprendiendo de ellos y con ellos, para mi fortuna estuve con los mejores (siempre he creído que la vida es bastante buena conmigo). Mi intención: mejorar y redondear mi preparación académica, incrementar mis conocimientos en el área de la investigación, la ciencia y la medicina; con el firme propósito de adquirir una mentalidad capacitada, para la discusión diagnóstica y terapéutica sobre una base objetiva, sin limitarme a la observación empírica, supeditada muchas veces a elementos subjetivos que por su misma naturaleza son inseguros, proyectándolo para el ejercicio de mi futura actividad profesional.... 

Estas tres pasiones, como decía Russell: “como grandes vendavales me han llevado de acá para allá (…) he buscado el conocimiento, he deseado entender los corazones, he deseado saber porque brillan las estrellas. Algo de esto he logrado...” 

Gracias!!!! 

Eduardo Rey Torres Cisneros

El intelecto de Adán...


Michelangelo Buonarroti fue uno de los grandes artistas renacentistas que más se prodigó en realizar obras maestras. Una de sus obras cumbres fue la que realizó en la bóveda de la Capilla Sixtina por encargo del papa Julio II. La Creación de Adán es considerada la alegoría más sugerente y poética del origen del ser humano como ser que participa en la divinidad, sea cual sea ésta. 

El fresco muestra el brazo derecho de Dios que se encuentra estirado, para impartir "la chispa de vida" de su propio dedo al de Adán, cuyo brazo izquierdo se encuentra en idéntica posición al de Dios; los dedos casi se tocan. Uno puede imaginar la chispa de la vida saltando de Dios a Adán a través de esa "sinapsis" entre sus dedos. Sin embargo, Adán ya está vivo, sus ojos están abiertos, y él está completamente formado; Michelangelo interpretó a Dios no sólo como dador de vida, sino que entregó al hombre "algo más". Él cree que la "parte divina" que nosotros "recibimos" de Dios es el "intelecto"... 

Las especulaciones dan paso a un sinfín de interpretaciones, pero, indudablemente, la capacidad magistral de Miguel Ángel para combinar las esferas de la religión, la ciencia y la fe lo convierten en uno de los mejores artistas. 

(Eduardo Torres - Modificado de: Creazione di Adamo, Miguel Angel 1511; An Interpretation of Michelangelo´s Creation of Adam Based on Neuroanatomy, F.L. Meshberger 1990)

El aspecto histórico de la enfermedad...

En el año 1846, en su Handbuch der pathologischen Anatomie (Manual de Anatomía Patológica), Karl Von Rokitansky, el "Linneo de la Anatomía Patológica" según Virchow, escribió: "La luz y el fuego de las antorchas de aquellos que estudian la medicina, especialmente los médicos jóvenes, deberían dirigirse inicialmente a sus antepasados." 

El médico pragmático sólo se preocupa por solucionar los problemas intrínsecos de las enfermedades, o por los datos epidemiológicos, es decir, los avatares de la vida diaria de un médico. Pero, en cambio, el legado de la historia es mirado con desdén. La etimología de los nombres de algunas enfermedades es, en numerosos casos, muy interesante. Por ejemplo, la del lupus que, a pesar de remontarse a la época de la esclavitud durante el apogeo del Imperio Romano, todavía persistimos en conocer su historia. 

Imaginemos el resultado de una mordedura de lobo en la cara de una persona (una mujer, por lo general, recordemos que la relación Mujer:Varón de la enfermedad es 9:1) en la época en la que ni había noción de la existencia de los gérmenes ni, obviamente, de asepsia o antisepsia o antibióticos para combatirlos. Había en cambio, nociones primitivas de emplastos, sanguijuelas y lavativas. La imagen debe haber quedado grabada en la mente del médico quien al ver la lesión, esta vez tuberculosa, de la piel que se recordaba, la llamó, pensemos que espontáneamente "Lupus", en recuerdo de aquel lobo. Cuando el dermatólogo fránces Cazenave viera más adelante, en el siglo XIX, una lesión facial elevada, roja, y descamativa decidió llamarla lupus eritematoso. 

Es importante analizar el concepto moderno de cada uno de los aspectos de la enfermedad, entre ellos el histórico, no sin antes dar el merecido reconocimiento a los personajes conocidos y anónimos que han configurado el concepto; es lo mínimo que podemos hacer para valorar su memoria ya olvidada por la historia y por nosotros. 

La imagen corresponde a la primera ilustración de un paciente con Lupus Eritematoso de Pierre-Louis Alphée Cazenave en 1856.