viernes, 24 de junio de 2011

La ciencia y el gol de Roberto Carlos...

Todos recordamos ese gol de Roberto Carlos. Era el minuto 21 de un partido entre Brasil y la selección francesa en aquel 1997 jugado el día 3 de junio en el estadio Gerland de Lyon. Está considerado, a decir de los expertos y los no expertos, como el mejor tiro libre de todos los tiempos.

Fue un tiro libre a pocos metros de la línea del área grande. El balón iba completamente desviado de la portería, todos lo supusieron desde que lo vieron salir de la prodigiosa pierna brasileña. Pero ese tiro era diferente. La pelota tomó una curva inesperada en el aire, semejante a una parábola acostada y se introdujo muy cerca del poste izquierdo de la portería, anotando un soberbio gol y dejando totalmente atónito y sin tiempo de reacción al guardameta galo. He visto tiros semejantes que terminan ya no digamos en saque de meta, sino en saque de manos de tan desviados que iban. Pero Roberto Carlos le aplicó al balón lo que en el argot se le llama un “chanfle”, jugada como esa nunca he vuelto a ver en futbolista alguno.
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En el vídeo hay tres tomas distintas del lanzamiento. En la última se aprecia perfectamente cómo el balón sale del pie de Roberto Carlos hacia el córner pero la trayectoria se curva de tal manera que hace "chanfle" tras acariciar, como dicen los cronistas deportivos, el poste derecho. El portero francés, Fabien Barthez, no trata de detener la pelota creyendo que va claramente fuera.

Desde entonces, no sólo se ha considerado este gol como el mejor libre directo, no solo se ha agregado al top de los tiros imposibles, sino se ha considerado también uno de los más "suertudos". Sin embargo, un equipo de físicos de la École Polytechnique de Palaiseau ha demostrado que las leyes de la física demuestran que el gol no fue chiripa y si es posible (si quieren el articulo original publicado en el New Journal of Physics solicítenmelo). Variando la velocidad y el giro de pelotas de plástico a través del agua han comprobado que el efecto Magnus, causado por la diferente velocidad de la capa de aire en contacto con el balón que gira, es el responsable de tan portentosa trayectoria.

El brasileño lo logró golpeando el balón en el sitio exacto con la intensidad requerida. Ya solo era necesario que la distancia que debía recorrer el esférico fuera lo suficientemente larga como para que el efecto Magnus se manifestara.

Si el balón es golpeado justo a la mitad, solamente se desplazará hacia el frente (A). Pero si el balón es golpeado cerca del centro, se desplazará hacia adelante, pero además con giro (B), el famoso chanfle.
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A un balón que se desplaza con giro se le pueden asociar dos movimientos del aire: un remolino alrededor suyo (A) y otro en sentido contrario a su desplazamiento (B). Al sumar las velocidades de las corrientes de aire, en un extremo del balón casi se anulan y en el otro se suman, incrementando la velocidad (C).
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La fuerza que ejerce la presión atmosférica en un extremo de un balón con “chanfle” es mayor que en el otro, debido a que las velocidades del viento son diferentes (A).
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Acorde a lo anterior, de esta manera, la trayectoria del balón será desviada de la línea recta, curvándose en todo momento (B).

El efecto Magnus en pocas y breves palabras es el nombre dado al fenómeno físico por el cual la rotación de un objeto afecta a la trayectoria del mismo a través de un fluido, en particular, el aire. Es producto de varios fenómenos, incluido el Principio de Bernoulli y el proceso de formación de la capa límite en el fluido situado alrededor de los objetos en movimiento. .
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Este es el responsable del llamado tiro con chanfle en el futbol, o tiro con efecto, conocido también en otros deportes, como el tenis por citar un ejemplo.




Estos físicos desarrollaron una ecuación para explicar la rara trayectoria del remate. Utilizando una pequeña pistola para disparar balas al agua a 100 kilómetros por hora -la velocidad aproximada del tiro libre de Roberto Carlos- descubrieron que la trayectoria de una esfera que gira es un espiral.

El efecto de espiral aparece después de unos 40 metros con un balón. Cuando la pelota pierde velocidad, el efecto Magnus se hace más pronunciado, lo que finalmente genera un espiral.

Lo importante es que mientras la pelota pierde velocidad, la rotación es la misma. Por eso la trayectoria del balón va a ser cada vez más curveada, eso crea el espiral.

Cuando Michel Platini o David Beckham pateaban tiros libres desde 20 metros, le daban una curvatura en un arco. No es lo mismo que el gol de Roberto Carlos. El pudo darle este efecto porque pateo de larga distancia.

Otro jugador podría repetirlo, incluso tu, con la condición de que le pegue con suficiente fuerza a la pelota, que el remate sea desde unos 40 metros y que el jugador le de algún efecto al balón.

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