miércoles, 14 de marzo de 2012

Estudiando para un examen...


Te encuentras estudiando para presentar un examen de determinada materia. Y justo en la parte que consideras de mayor atención: "Tengo ganas de orinar", piensas. Intentas aguantar un poco, pero no puedes ni leer media página más. Te paras y te diriges al baño a vaciar la vejiga. Terminas y el sonido del agua cayendo mientras te lavas las manos te recuerda que hace dos temas tenías sed. Te diriges a la cocina, entras y te sirves un vaso con agua; mientras lo sirves, alcanzas a ver una fruta. No sabes qué piensas, pero la tomas y te sientas en la sala para devorarla. El sonido del silencio te aburre y decides encender el televisor mientras terminas de comer tu fruta.

Listo, es hora de tirar los residuos de la fruta, te diriges nuevamente a la cocina para hacerlo y descubres que olvidaste beber el vaso de agua por el que fuiste en primera instancia. Te calmas una sed que ya habías olvidado tener y recuerdas que estabas estudiando. Retomas el camino rumbo a tu cuarto, pero antes debes hacer una pausa en la sala para apagar el televisor. ¿Qué sucede? Ahora no encuentras el control remoto. Consumes tiempo buscándolo, y justo cuando aparece el control, pasa algo en la televisión que captura tu atención.

Te sientas un momento mientras terminas de ver eso que te interesó. Sin darte cuenta, ya perdiste una hora frente al televisor. Reaccionas: "Ah caray, yo estaba estudiando". Por fin apagas el televisor y te diriges a tu cuarto.

Tomas tu material de estudio, te pones cómodo y reinicias, con todo el interés del mundo, en la página donde habías puesto pausa para ir a orinar para después tomar agua para después comer una fruta y para terminar viendo televisión... "Ya me perdí", piensas, y te regresas un par de páginas para recordar y retomar el ritmo de estudio. Avanzas un par de líneas y recuerdas la serie o película esa que tienes pendiente por ver. Sueltas el libro y tomas la computadora, googleas el título de la serie o película para visualizarla online, la encuentras, presionas play y pausa: "para que se vaya cargando mientras sigues estudiando", vilmente te mientes.

Sin saber cómo, ya estás leyendo sobre nada relacionado con la materia de la cual es tu examen y tienes otras diez pestañas (con temas muy diferentes pero que de alguna manera extraña terminaron conectados) abiertas en el navegador.

Mira, ya terminó de cargarse tu película. Le picas al play. ¿Y el estudio? Evocas esa frase célebre tan propia del mexicano: Ya ni pedo. Al rato te regresaras un capítulo entero para recordar y retomar el ritmo de estudio.

¿Distraído? Para nada. Solo vives atento a todo.

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