domingo, 11 de septiembre de 2011

Gripe... ¿por qué me duele todo?

Claro, si la gripe afecta a la nariz y la garganta, ¿por qué demonios tienen que dolerme todos los músculos? La verdad es que quien dice la gripe dice otros muchos virus, desde el rinovirus o coronavirus del resfriado común hasta el VIH o el VEB (Virus Epstein-Barr). Todos ellos pueden dar un cuadro pseudogripal, debido a la producción de interferón y otras citocinas.

Cuando tu organismo detecta una infección vírica moviliza al Séptimo de Caballería: los linfocitos T, que producen diversos mediadores bioquímicos como el interferón, el TNF-α o la interleucina 6. Estas moléculas regulan la respuesta defensiva, una especie de “acelerador celular inmunitario” (de hecho, el interferón es el tratamiento de la hepatitis B).



Lo malo es que del mismo modo que potencian tus defensas también alteran tu termostato corporal y provocan la liberación de moléculas inflamatorias (prostaglandinas), desencadenando un cuadro sistémico: esa es la fiebre, falta de apetito, cansancio, dolor muscular y articular que tienes (como las personas con hepatitis B, que cada vez que les ponen su dosis semanal de interferón agarran una “gripe” que les dura un par de días).

¿Y qué podemos hacer para tratarlo? Muchos de ustedes, cuando van al médico jodidos por una gripe, piensan que los médicos sólo saben diagnosticar “virus” (¿pero para qué precisar más, si costaría mucho dinero y no aporta nada?) y recetar ácido acetilsalicílico (aspirina), ¡pero es que ese es el tratamiento! Los mediadores de los que hablaba antes desencadenan una cascada de reacciones, uno de cuyos eslabones es la COX-2, una enzima que podemos bloquear usando antiinflamatorios... como aspirina, el ibuprofeno o el naproxeno.

http://perarduaadastra.eu
Murray PR, Rosenthal KS, Pfaller MA. Microbiología médica. 5ª ed. Madrid: Elsevier; 2006.
Flórez J, director. Farmacología humana. 3ª ed. Barcelona: Masson; 1997.

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