sábado, 26 de marzo de 2011

La silueta que gira y su relación con la inteligencia ¿?¿?...


Desde hace algún tiempo circula por Internet una imagen animada que representa la silueta de una bailarina girando. Al parecer, no todas las personas perciben de igual manera dicha imagen.

Hay alguien que relaciona la inteligencia del observador con su capacidad para captar el giro en el sentido horario o antihorario. De este modo:

• Quien perciba el giro de la bailarina según el sentido de las agujas del reloj sería una persona con el hemisferio cerebral derecho dominante, con predominio de la creatividad, originalidad, intuición, etc.

• Quien perciba el giro de la bailarina en sentido contrario a las agujas del reloj, sería una persona con el hemisferio cerebral izquierdo dominante, con predominio de la capacidad de análisis, el raciocinio, etc.

Es curiosa la confusión que despierta esta imagen de la silueta humana girando: hay quien dice que al principio gira por unos segundos en un sentido, y luego en el contrario, hay quien dice que para verla girar en otro sentido hay que poner en marcha la visión periférica y mirar la imagen de reojo, otros que hay que concentrarse mucho, y toda suerte de excentricidades que se pueden encontrar en la web.

Esta espectacular ilusión óptica es conocida como Spinning Silhouette Optical Illusion (ilusión óptica de la silueta giratoria) y fue creada por Nobuyuku Kayahara en el año 2003.


En ella se puede observar a una chica girando ¿hacia la izquierda? ¿hacia la derecha? Ahí radica lo sorprendente: gira hacia ambos lados y depende del observador que gire hacia uno u otro lado. Es más, con un poco de práctica se puede conseguir que gire hacia en el sentido que nosotros queramos y cuando queramos. Solamente hay que aprovechar el momento oportuno para “ordenarle” que cambie la orientación del giro.

Al ver la imagen por primera vez la observamos girar en un sentido. Ahora es difícil que gire en otro la próxima vez que la veamos: hemos asimilado un sentido y así la veremos siempre, a no ser que podamos forzar el cambio.

Para ello se han de seguir unas sencillas instrucciones:

1. Ser consciente de por qué gira de una manera u otra. ¿Qué pierna tiene levantada? Si has interpretado que es la izquierda, la muchacha gira hacia la izquierda, es decir, al contrario que las manecillas del reloj. Si has interpretado que es la derecha, gira hacia la derecha, es decir, en el mismo sentido que las manecillas del reloj.

2. Aprovechar los momentos de ambigüedad. Cuando la imagen presenta una situación indefinida en la que una pierna puede ser tanto la derecha como la izquierda.

3. Forzar la interpretación. Cuando se den esas situaciones obligarnos a interpretar que la pierna izquierda es la derecha y viceversa. Para ello suele dar buen resultado mirar el talón de la pierna levantada y tratar de ver que la pierna dibuja la trayectoria de un semicírculo, no de una vuelta completa, como si rebotara al alcanzar en el punto máximo de la izquierda o de la derecha.

Puedes intentarlo, no es complicado de conseguir. Y es gratificante hacerla girar a voluntad.

Ahora pasamos a la explicación de fenómeno y, de paso, a qué me refiero en los puntos anteriores con lo de situación ambigua.

Cuando vemos una imagen ambigua o indefinida, nuestro cerebro interpreta la información de acuerdo a la almacenada en nuestra memoria y le da un significado que tenga sentido. Aunque si nos obligamos a pensar en otra cosa, la interpretación puede cambiar. Por ejemplo, en la imagen siguiente:


¿Hacia donde mira el caballo? ¿Hacia adelante? ¿Hacia atrás? Esta imagen se puede interpretar de dos maneras por su ambigüedad, por la falta de puntos de referencia como alguna sombra u otro detalle.


Una vez que hemos asimilado las dos opciones que nos propone la imagen, somos capaces de ver una u otra interpretación a voluntad.

Lo mismo funciona para la ilusión óptica propuesta, solo que se le añade movimiento. Pero antes veamos una imagen fija.



Tal como pasaba con el caballo, la imagen ofrecida carece de referencias que nos permitan asegurar si la chica está de frente o de espaldas, por lo que nuestro cerebro puede dar cualquiera de las dos interpretaciones.

Al igual que ocurre en las imágenes siguientes que corresponden a los momentos de ambigüedad antes mencionados. En ellos, si interpretamos que es la pierna derecha la que está levantada, la figura girará hacia la derecha. Es en ese momento cuando debemos forzarnos a ver que no se trata de la pierna derecha sino de la izquierda, para que gire hacia la izquierda. Y lo contrario se aplica con la imagen simétrica.


Ahora bien, si se deja de mirar la pierna o el talón, la silueta seguirá la inercia girando hacia el lado que lo estaba haciendo, pues el movimiento de que está dotada la figura también juega con la forma en que nuestro cerebro traslada los movimientos en dos dimensiones a las tres dimensiones del espacio normal.


Curioso, verdad?? Pues como líneas atrás lo menciono todo esto tiene que ver con la manera en que nuestro cerebro amplía un movimiento en dos dimensiones a uno de tres. De manera inercial, nuestro cerebro deja que el movimiento siga en una dirección, pero si nos centramos en los momentos de ambigüedad que tiene la animación en un par de imágenes (que les acabo de poner anteriormente), es posible inducirle a creer a nuestro cerebro que el movimiento ha cambiado de dirección.

Hay dos momentos claves para el cambio. Y son precisamente estos fotogramas los cuales nos permiten creer que gira en un sentido o en otro. Repito que es desde luego sorprendente!! Para que sea más claro repito los fotogramas: Uno de estos momentos es cuando la bailarina está de frente o de espaldas (según se mire) a nosotros en la que la imagen que tenemos, y las posibles interpretaciones son las siguientes:


Y el otro es cuando tenemos la bailarina de perfil:


Para despejar mis dudas sobre este asunto, he buscado la forma de analizar la imagen original con un programa de tratamiento digital de imágenes para descubrir y entender mejor donde está el truco de esta controvertida bailarina. Veamos los resultados.

La imagen animada original está formada por los siguientes elementos:

• 34 imágenes individuales
• Entre todas representan un solo giro de la bailarina
• Rotan indefinidamente
• Tienen definido un intervalo de 3 centésimas de segundo entre cada una de ellas y la siguiente, por lo que cada segundo y dos centésimas se repite el ciclo completo (0.03 seg x 34 = 1.02 seg)

Al verlo a cámara lenta, o a saltos en un ordenador lento se crea la ilusión del giro sucesivo en el sentido de las agujas del reloj hasta el fotograma 24 o 25, más o menos, y el inverso en adelante.

La explicación, para ello, es la siguiente:

• Desde el principio hasta el fotograma 25 todo el mundo percibe claramente que el pie de apoyo es el izquierdo (ver fotograma 13, por ejemplo). (un poco más adelante podrás ver estos fotogramas)

• En el fotograba 25 la bailarina está de perfil, y es desde luego se puede interpretar que el pie de apoyo es el izquierdo (si el ordenador es potente y no secuencia las imágenes "a saltos") o el derecho (si el ordenador es algo antiguo o lento y no permite una reproducción fluida de la secuencia).

• Lo interesante es darse cuenta de que para que la bailarina gire todo el rato en el sentido de las agujas del reloj, hacia el fotograma 25 hay que seguir suponiendo que el pie de apoyo es el izquierdo, y que se comienza a ver a la bailarina de espaldas.

• Sin embargo, para percibir que a partir del fotograma 25 la bailarina cambia el giro para pasar a ser contrario a las agujas del reloj, hay que suponer que el pie de apoyo cambia, y pasa a ser el derecho, y vemos a la bailarina, no de espaldas, sino de frente (por ej. en el fotograba 30 la bailarina está de frente, apoyada sobre el pie derecho, o de espaldas, apoyada sobre el izquierdo; según cómo se interprete esta imagen individual -más fácil de ver como ambigua en un ordenador lento- el giro será en un sentido u otro).

En la siguiente imagen animada (así que espera un poco, no desesperes y obsérvala) creo que se puede entender más fácilmente todo este embrollo:


Por otra parte, yo no conozco alguna teoría de la inteligencia que relacione de manera clara la percepción figura-fondo en imágenes ambiguas con la inteligencia, por lo que la percepción del giro hacia un sentido u otro en el ejemplo de nuestra bailarina no depende ni de la dominancia hemisférica ni mucho menos de la inteligencia. Parece, más bien, que la potencia gráfica de nuestro ordenador condiciona que veamos la imagen girar en un sentido u otro, bueno y un poco de habilidad nuestra para detectar la ambigüedad.

Interesante verdad. :D

1 comentario:

Fabian dijo...

Gracias por la explicación!!