
1. La mayor parte de la gente, la mayoría del tiempo, te juzga por lo que llevas puesto. Si te importa algo lo que la gente piensa, entonces cuida lo que llevas puesto. La vida nunca fue tan sencilla.
2. Si te gusta algo, respétalo: cuelga tu camisa, plancha tu ropa, limpia tus zapatos, lava tus calcetines, date tiempo para vestirte.
3. Respeta la etiqueta: vayas a una cita o a tomar un café, asistas a la escuela, al trabajo o a una reunión, viste por y para la ocasión.
4. La gente obsesionada por combinar (la gorra con los calcetines, la playera con los zapatos) sólo lo hace para señalar aquellos que los otros no saben combinar. La próxima vez que alguna te diga que “eso no va con aquello“, mírale como si le fueras a pegar en la boca.
5. Jamás realices ningún tipo de trabajo rudo vistiendo tus mejores ropas. Nada de aseo, cargar cosas o pintura. El daño sería irreparable. Siempre usa ropa vieja o en no muy bien estado.
6. La mejor manera de que parezca que vestir bien no te cuesta trabajo es esforzándote en ello. La mejor evidencia de que lo estás haciendo bien: te sentirás cómodo y todo mundo se verá cómo a tu alrededor.
7. Tu postura es lo que justifica la compra de ropa: si no vas a pararte derecho, vístete con un saco de papas. Camina convencido de tu majestad, y nadie se opondrá a tu paso.
8. El desarrollar un estilo personal es muy importante. El dinero es un tema secundario. La pregunta no es si puedes comprarlo, sino “¿Me queda bien?”. La personalidad que necesitas no está en las etiquetas.
9. Hay que tenerle algo de respeto al espejo.
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