viernes, 8 de agosto de 2008

Paul Potts...

Apareció tímido, tembloroso y cabizbajo en el escenario. “¿Qué nos tienes preparado?” le preguntó uno de los tres miembros del crítico jurado de Britain’s got talent, un especie de La Academia u Operación Triunfo. “Canto ópera”, contestó Paul Potts, un vendedor de teléfonos móviles de 36 años. El jurado no pudo reprimir una sonrisa humillante, igual que parte del público.Hasta que comenzó a cantar. Tras una versión estremecedora –por genial, no por mala– de Nessun Dorma, tanto público como jurado lloraron de emoción. Y desde entonces, los británicos se preguntan cómo puede ser que este hombre inseguro y sencillo de Gales no haya pisado nunca un escenario lírico y se pase las horas intentando vender móviles.
De niño, acosado por los compañeros, Paul se escapaba en el canto. Ahora Gran Bretaña tiene una nueva estrella.

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